miércoles, 30 de abril de 2008

¿Qué natación queremos? (segunda parte)

Por Jorge Supital

En todo proceso de enseñanza, el planteo inicial que enfrenta el docente esta íntimamente relacionado con el objetivo general que se establezca. En el caso de una escuela de natación, este deberá establecerse claramente con el fin de determinar la metodología más adecuada para los participantes, de acuerdo a factores ontogeneticos, cronológicos y psico-motrices.

De esta manera, se procurará evitar caer en un enfoque eminentemente "resultadista", que a largo plazo solo nos conducirá a que los participantes, inicialmente motivados por y para la actividad abandonen la misma.

El proceso de formación de un individuo en el medio acuático esta determinado por un correcto y pausado desarrollo de su potencial biológico, psicológico y social, tratando de no saltar etapas y respetando fundamentalmente los tiempos propios de maduración. Por lo tanto, no deberá buscarse con exclusividad que el alumno realice correctamente una o más técnicas de nado: esto será la consecuencia del proceso de enseñanza y aprendizaje.

"Podemos considerar el dominio del medio acuático como la superación de ciertas habilidades y destrezas básicas de desplazamientos, giros, equilibrios, lanzamientos, recepciones y saltos. Un programa pedagógico completo sería aquel que plantease también estos objetivos; pero en este caso la pedagogía tiene un enfoque más deportivo que educativo, aunque en nuestro animo este presente este ultimo"(Fernando Navarro, Pedagogía de la Natación).

Por lo dicho, se desarrollara una metodología que permita que la natación deje de ser sólo un deporte y se transforme en una actividad placentera, saludable, ideal para cualquier edad.

En este marco y haciendo referencia a la actitud del docente, Anne Marie Seybold propone "desprofesionalizar al profesor para que pueda obrar en oportunidades libres de aprendizaje, como estimulador, orientador, amigo de los niños". Y continua: "Por lo tanto, la tarea del educador no consiste tan solo en ofrecer ejercicios, sino en estimular al alumno, en moverlo a que el alumno quiera, en motivarlo".

Continuando con la motivación, esta estará orientada hacia la acción, de manera tal que el alumno pueda resolver problemas o situaciones por sus propios medios y con los elementos que tenga a su alcance; esto es: que a través de estimulo, el individuo pueda reflexionar, observar y probar, comprobando personalmente el éxito alcanzado.

El incremento de la complejidad de las actividades dirigidas o sugeridas por el profesor, creará un interés mayor en el alumno por el resultado de su práctica, motivándolo para seguir avanzando y creando.

No olvidemos que el centro de la actividad es el individuo y no la actividad en si misma, debiendo dar las máximas posibilidades creativas mediante una conducción semi-dirigista o de observación.

Por todo lo expuesto, el enfoque metodológico que se desarrolla es eminentemente recreativo, con el fin de lograr los objetivos anteriormente mencionados. La utilización de las ejercitaciones podrán ser llevadas a cabo de acuerdo a:

-Adaptación psico-física al medio acuático
-Capacidad motora del individuo
-Coordinación neuro-muscular

Pero sobre todas las cosas, los motores de la humanidad han sido la imaginación y la capacidad creadora del hombre, algo que debemos tener siempre presente. Especialmente cuando trabajaos en una escuela de Natación.